No es una frase fácilde digerir, pero es una realidad palpable cuando se inicia una temporada; apostamos siempre al éxito de nuestro aguerrido equipo tratando en nuestro subconscientede no admitir que existen 5 rivales más que buscan afanosamente la misma metatemporada tras temporada.
Unos para mitigarel impacto de la dura realidad intentan enfocarse en sus trabajos del día a día, otros buscan consuelo mirando esperanzados que aquel equipo que repudian sea eliminadomás adelante; otros simplemente ven el juego para disfrutar la belleza de este, pero sin la pasión de apoyar un conjunto… Cada uno asimila esta realidad de unamanera diferente, así es la ley de vida en el deporte, donde debe de existir unganador y debe de existir un perdedor.
Así es el fanático, a veces consiente, otra veces no tan consiente, pero siempre estando ahí, pararecordarles a todos los jugadores que no están solos en sus pesares, son muchos,realmente muchos, los que con pasión se entregan a ese equipo, solo que de unamanera distinta.
Desde esta tribuna, por muchos años hemos abogado por el apoyo incondicional a este equipo, tanto en las buenas como en las malas, pues lo único que podemos hacer como fanáticos es devolverles a esos muchachos que van al terreno de juego a dar el 100 % esel apoyo que se merecen… Una palmada en la espalda y decirles que estamos aquí paracon todos ellos.
Hacer señalamientos del porqué de las cosas es algo normal, pues como seres humanos siempre buscaremos la razón de las cosas, tratando de justificar los hechos yver en que parte de la historia se cometió ese error funesto que cambio todo loque al parecer estaba escrito… En ese sentido, somos solo ilusos buscando loinjustificable, la aceptación de la realidad es el único camino, pues notenemos el poder de revertir el tiempo y corregir lo que entendemos que estámal.
En ese tenor, nomal gastaremos nuestra capacidad de análisis amigos lectores tratando dejustificar por qué han sucedido estos hechos, sería injusto para aquellos quedieron el todo por el todo por nuestra causa…Sería un insulto a su esfuerzo y dedicación; y no solo hablo de los jugadores, hablo desde el que barre las graderías antes y después de cada juego, hasta el más alto ejecutivo que puso alma, vida y corazónpara que este conjunto alcanzara las mieles de la victoria.
Un equipo contradición ganadora, que muestra con orgullo un historial sumamente importanteen la historia del beisbol dominicano no merece ser objeto de epítetos calificativos, pues no es el momento de hacer conjeturas… El tiempo en cortoplazo nos dará las repuestas a nuestros cuestionamientos…entonces surge lapregunta, ¿qué podemos hacer?
Una armoniosa despedida es lo que en estos momentos necesitan aquellos que perdieron unabatalla, más bien la guerra continuará 9 meses más adelante, todos en la misma situación, donde nadie tendrá ventaja sobre nadie. Creo que ellos, cada uno de ellos se loha ganado.
Hasta octubre Águilas Cibaeñas, equipo de grandes hazañas y de proezas que han dejado una huella imborrable en la historia del beisbol. Dieron lo mejor de ustedes, y eso lo vimos yvivimos con mucho amor y orgullo, no tenemos que ser vergonzoso, pues no hay vergüenza en caer batallando.
Hasta Octubre muchachos, los estaremos esperandocon mucha más fe, unidos como la gran familia que somos, ¡¡¡¡y con fuerza ypasión vitorearemos a todo pulmón AGUILAS CAMPEON!!!!
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Etiquetado: Aguilas, lidom
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