Para que las Águilas regresaran al round robin y a la fecha tengan un pie en la final mientras el resto de los equipos juega mirando la pizarra del otro partido los aportes de Ronny Rodríguez, Juan Carlos Pérez y Zoilo Almonte han sido claves.

Pero sin la efectividad a base de su gran control cerrando los encuentros de Josh Judy las cuyayas pudieron haber corrido la misma suerte del pasado torneo cuando los taponeros fueron incapaces de conservar 15 ventajas en las partes finales de los encuentros.

Judy ha continuado en la postemporada su dominio de la fase regular, donde salvó 15 partidos sin permitir carrera limpia en 21 2/3 entradas con 19 ponches y solo tres bases. En el round robin va perfecto con seis rescates en seis oportunidades y solo tres hits con dos bases en siete entradas.

Una actuación que obliga la comparación con grandes cerradores como Ken Howell, Kent Tekulve, Steve Ratzer y Charlie Hough, pero más reciente con Anthony Chávez.

Hasta ayer, Judy aseguró que no había escuchado la historia de Chávez, aquél relevista que fue perfecto en 34 entradas con el Escogido en la campaña 1998-99, pero en el último inning ante el Licey en el partido decisivo de la final toleró tres vueltas que impidió a los rojos ganar la corona en medio de la travesía de 18 años por el desierto.

“Cada santo tiene su día. Hasta cierto punto, es muy, muy difícil ir perfecto en cualquier aspecto de la vida, pero simplemente trato de hacer lo mejor. Realmente no pienso en eso para nada, mi trabajo es salir y hacer tres outs y asegurar el triunfo para mi equipo”, dijo Judy a DL.

Judy salió del radar de las Grandes Ligas en 2014 cuando se lesionó el codo mientras lanzaba en triple A con los Dodgers. Ahí comenzó un recorrido que incluyó pasar por una liga independiente en 2015, luego pasó a la del Pacífico en México en el invierno de ese año y el verano pasado trabajó en el campeonato de verano azteca.

La actuación en el país ha despertado el interés de varias organizaciones que les han abierto las puertas para regresar a los Estados Unidos, pero ha puesto como condición que el pacto incluya invitación a los entrenamientos.

Fue seleccionado por Cleveland en la ronda 34 del sorteo de 2007 y ha pasado por Cincinnati, Anaheim y Dodgers. Con la tribu logró una breve estadía de 11 entradas en el Big Show en 2011.

“Mi presencia aquí dependerá del contrato que consiga, pero estaré más que feliz de estar aquí para ayudar a este equipo a ganar (el título)”, explicó el derecho nacido hace 30 años en West Virginia.

En su tercera incursión aguilucha (tras 2010 y 2012 cuando era prospecto) ha dejado huellas tan profundas que costará salir de los discos duros de los fanáticos aguiluchos.

“No hay ningún secreto. Simplemente he encajada con esta gran energía que hay en el clubhouse”, responde el salido del Instituto Tecnológico de Indiana al pregúntarsele sobre su inusual desempeño. “Tengo una gran defensa en este equipo, que trabaja para mí. Ahora mi brazo ha estado más consistente, tengo un mejor ángulo en la bola, ha sido clave hasta ahora”.

Grandes cerradores importados

La actuación de Judy recuerda el paso de grandes cerradores importados que jugado en la liga. Ken Howell (Licey, 1984-85) ponchó 71 hombres en 47 entradas y salvó 16 partidos con efectividad de 1.53. Kent Tekulve (Águilas, 1975-76) salvó 12 con porcentaje de carreras limpias 1.00 y 63 entradas de trabajo. Steve Ratzer (Escogido, 1980-81) rescató 14 y su efectividad fue de 1.24 en 50 capítulos de trabajo.

El nudillista Charlie Hough (Licey, 1973-74) lideró la liga en PCL (1.29), ponches (73) y salvó nueve. Del grupo, Hough ha sido el caso de mayor éxito en las Grandes Ligas con una carrera de 25 temporadas (1970-1994) y 216 victorias.

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